LAS DIFERENCIAS SON UN REGALO. LA COMPLEMENTARIEDAD.

“Amar es lo contrario de utilizar”

San Juan Pablo II

Nuestros cuentos

Complementariedad

"Dícese de lo que sirve para completar o perfeccionar alguna cosa"

En  relación a la especie humana y en orden a su conservación y crecimiento, cuyo nivel básico es la reproducción, son complementarios el hombre y la mujer. Tal complementariedad está compuesta por sólo dos elementos con exclusión de cualquier otro, y esto no depende de ninguna ideología, pues así es la realidad. 

La imagen de Dios se manifiesta tanto en el varón como en la mujer. De hecho, la imagen de Dios se manifiesta en su plenitud en la pareja (Adán y Eva) y no solo en el varón.

La raza humana estaba conformada por varón y hembra. Esto nos muestra que Dios creó la especie humana y dos sexos: varón y hembra. Ambos son iguales ante la presencia de Dios, cada cual con sus características que los define como tales, ninguno mayor que el otro. Nos creó iguales en valor pero con diferencias claras en cuanto a nuestra sexualidad, necesarias para lograr la complementariedad entre el varón y la mujer. 

La complementariedad en la sociedad

Este concepto también es el resultado de combinar los principios clásicos de economía de división del trabajo y ventaja comparativa: la complementariedad implica que cada actor de la cooperación concentre su intervención en los ámbitos en los que más valor añadido puede aportar, en relación con lo que hacen los demás. Es un concepto esencial en la eficacia de la ayuda.

Un reparto de cargas eficaces incrementa la complementariedad. 

Deja de vivir en un pasado que se ha ido y en un mañana que todavía no ha llegado. La vida es solo este lugar, este tiempo, este instante… simplemente ahora.